No cabe duda: la televisión es, en muchos hogares, algo más que un mero electrodoméstico. Los expertos no se cansan de repetir que no hay que abusar de las horas de televisión, y esto es mucho más importante en el caso de los niños: fomenta la incomunicación y el sedentarismo, y la continua exposición al bombardeo publicitario estimula el deseo y la necesidad de consumir. También hay estudios que asocian las horas pasadas frente a la tele con el riesgo de desarrollar TDAH.
Por eso, las asociaciones pediátricas recomiendan que los niños menores de dos años no vean la televisión, y que los mayores de esta edad no lo hagan más de dos horas diarias.
Está claro que no todo es malo, y que, si utilizamos la televisión con cabeza, esta puede ser un instrumento educativo muy útil. La Asociación Española de Pediatría, en su Guía Práctica para Padres, nos da algunos consejos para dar buen ejemplo a nuestros hijos y usar la televisión de una forma más responsable:
¿Cuánto tiempo es suficiente?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda lo siguiente.
Información obtenida de:
Guía Práctica para Padres. Asociación Española de Pediatría.